jueves, 26 de febrero de 2009

Cuál oposición?

Hasta ahora la oposición a Chávez se ha movido entre dos polos: uno formado por aquellos que ven al gobierno como una dictadura y aquellos que lo ven como un régimen democrático pero autoritario. Basados en esas visiones, cada polo plantea soluciones distintas al problema.

Los primeros tratan de desenmascarar al gobierno y sus prácticas e intenciones dictatoriales, mientras que tratan de alimentar el espíritu insurreccional de los ciudadanos. Estos alegan que todo el sistema electoral es una farsa y que el CNE cohonesta el fraude. También afirman que Chávez no entregará el poder si pierde unas elecciones. No hace falta más que ver que el ex-presidente del CNE fue a los pocos meses de terminar su gestión nombrado Vice-Presidente, y que se ha hecho todo lo posible por sabotear las gestiones recién iniciadas en la región capital y Táchira.

Los segundos creen que la salida es electoral. Indican que no se puede negar que millones de personas apoyan al gobierno y que aunque se trata de una lucha desigual contra un gobierno que usa ilegalmente los recursos del estado, la única salida es convencer a los venezolanos de que ellos son la mejor alternativa. Como argumento de peso señalan que la oposición logró ganar importantes gobernaciones y alcaldías el año pasado, y que se debe seguir luchando para hacer que la oposición sea mayoría. Mientras tanto, no se oye a este grupo hablando de presos políticos, violación de derechos humanos ni luchan de forma eficaz por elecciones limpias y justas.

Ambas facciones tienen sus méritos y defectos. Con los primeros concuerdo en su lucha en defensa de los presos políticos, la discriminación política y su exigencia de elecciones limpias. No obstante no creo que uno pueda decretar o convocar una insurrección popular. Esta ocurre o no ocurre. Y en este momento el país está embriagado por el festín petrolero, completamente obnubilado e indiferente a las miserias de los exiliados, presos y perseguidos políticos. Otro punto débil es su visión inmediatista: aunque es imprescindible salir de Chávez tan pronto como sea posible, no podemos dar un salto al vacío como ocurrió el 11 de abril de 2002.

Por otro lado los que creen en la salida democrática tienen razón en algo: Chávez cuenta con un apoyo popular que no se debe ignorar. Los votos del chavismo son de Chávez. Poco importa se los ha ganado por medio de su trabajo o con cuentos chinos, esos votos son de él. Así como se critica a Chávez por darle la espalda a la mitad del país, no se puede dar la espalda a esos millones que apoyan al chavismo. La única forma de evitar una confrontación violenta en el país es dirimir las diferencias políticas mediante el voto.

Pero, es posible para la oposición lograr esa mayoría? De quién son los votos de la oposición? Pues parece que también son de Chávez. Por qué la mayoría no vota por Primero Justicia o Un Nuevo Tiempo, muchos menos por Rosales o Borges. No dudo que haya gente que si lo haga, pero no son la mayoría. La mayoría vota contra Chavéz.

En On Democracy, Dahl describe como nace el sistema de partidos nacionales en EEUU. Describe como durante la presidencia de John Adams, Jefferson y Madison concluyeron que la única manera de derrotar las políticas federalistas del presidente Adams era, no a través de la oposición en el congreso y en el gabinete, sino sacando a Adams de la presidencia. A tal fin crearon una maquinaria electoral (partido político) organizado hasta el último precinto para poder movilizar y mantener activos a sus partidarios. Ese trabajo les tomó diez años. Es natural que ese trabajo nace de la convocatoria de gente con intereses comunes, en su caso la lucha contra el federalismo.

Por nuestra parte, la oposición en esto diez años no se ha puesto de acuerdo, no se ha organizado, no ha generado propuestas, no se ha avanzado. La oposición sigue desorientada y se sigue preguntando: que hacemos ahora?

Apenas ahora, luego de 10 años es que empieza a plantearse la necesidad de crear una alternativa creíble que se oponga al chavismo. Y nunca falta un charlatán que diga que no hace falta un proyecto de país porque aquí los adecos ganaban elecciones sin ningún plan - Petkoff dixit.

Qué hacer como ciudadanos? Seguir el ejemplo de los estudiantes. Los estudiantes van bien encaminados. Se han empezado a organizar por su cuenta y a buscar ganarse el respeto y la confianza de las clases menos favorecidas.

Los ciudadanos opositores deben olvidarse de que de los partidos surgirá un salvador. Deben organizarse y luchar por elecciones limpias y transparentes. Deben organizarse y empezar a informarse y apoyar la causa de los perseguidos políticos. Deben amparar a todos aquellos que son abandonados por el estado o la sociedad. Deben luchar por mejorar la democracia.

Es hora de olvidarse de Chávez y reconocer a esos millones de venezolanos que viven en la pobreza. Es hora de empezar a buscar soluciones que permitan alcanzar el deseo común de igualdad y bienestar social entre los venezolanos.

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