lunes, 28 de febrero de 2011

Sobre nuestros medios

Ciertamente la calidad de nuestros medios de comunicación deja mucho que desear. Más que perder tiempo criticando cada artículo que aparece en prensa, creo que nos deberíamos estar preguntando cual es el origen de tanta pobreza.

Entiendo que parte del problema es económico. No dudo que los directores de medios darían un brazo por poder financiar trabajos de investigación de largo plazo como los que se pueden requerir para hacer seguimiento a los planes del gobierno tal como debería hacerse. Lamentablemente la verdad es que la mayoría de los medios grandes han tenido que aceptar llevar una vida de ascetas para poder subsistir. Sólo basta comparar el número de páginas de El Nacional antes y después del paro de 2002 para darse cuenta de como andan las cosas.

Pero la crisis no sólo afecta a los medios. También a los periodistas. Si el periodista tiene que andar buscando un medio para completar un real todos los días de su vida, pendiente de que la plata no le alcanza y que hasta que una mujer de servicio gana más que él, lo menos que le va a importar al tipo es la mística periodística o la búsqueda de la verdad. Más vale matar un tigrito por aquí o por allá que perder tiempo viendo de donde sacas la información que el gobierno tanto se esfuerza en ocultar, o arriesgar el pellejo metiéndo las narices en los negocios de los narcos, los guarnacos o la guerrilla.

Otro problema es el ambiente intelectual en Venezuela. Si uno está pendiente de la supervivencia – tráfico infernal, inseguridad, redondearse el sueldo, el tour para conseguir leche/pañales/carne – no puede estar pendiente de tratar de comprender cualquier cuenta que tenga más de siete cifras significativas. Y ni hablemos de la fuga de cerebros, una realidad que se acentúa a diario…

Sin lugar a dudas, me gustaría soñar con medios de comunicación como los que se encuentran en otros países, al estilo de Der Spiegel, Le Monde o New York Times, pero como se dice popularmente, con estos bueyes hay que arar.

Si realmente les preocupa el nivel de nuestros medios de comunicación, no queda otra alternativa que exigirles a ellos mayor nivel. Hace falta exigir más de nuestros medios, para que estos se sientan en necesidad de elevar la calidad de su producto. Estoy seguro que si cada persona con algo entre oreja y oreja hiciera eso, el nivel de nuestros medios mejorarán.


lunes, 21 de febrero de 2011

Hombre de paja

Hay una frase que se escucha con frecuencia entre los críticos de la izquierda: Si a los 18 no eres comunista, no tienes corazón. Si a los 30 todavía lo eres, no tienes cerebro.

Cada vez que escucho esta frase no puedo evitar que se me escape una sonrisa mientras pienso en el presidente Chávez y su equipo de gobierno. Un grupo de hombres cuyo promedio de edad supera los cincuenta años hace bastante tiempo que debieron renunciar a la utopía comunista. Han pasado más de 20 años desde que este grupo de hombres de edad madura debieron haber puesto sus pies sobre la tierra. Pero eso no ha pasado y, seguramente, ya no pasará.

Sus seguidores dirán que el presidente tiene el corazón en el lugar correcto y se preocupa por los pobres. Eso no lo cuestiono. Lo que cuestiono es si tiene el cerebro en el lugar correcto. No se trata de buscar un corazón para el hombre de hojalata. Se trata de encontrar un cerebro para el hombre de paja...

Desde que el presidente Chávez y su equipo de gobierno dejaron atrás sus años mozos, hemos vivido la caída del bloque soviético, la lenta transformación de China y Vietnam en economías capitalistas, el colapso del sistema económico en Cuba y la emergencia de países como Brasil e India. No obstante, parece que el presidente y su equipo de gobierno estaban demasiado ocupados conspirando y leyendo panfletos arcaicos para darse cuenta de que el mundo cambiaba. El tren pasó y ellos ni se dieron cuenta. Se quedaron en la estación de sus delirios juveniles. Y el tren no volvió a pasar nunca más para ellos.

Es cierto que el gobierno y sus integrantes se esforzarán en rebatir las acusaciones de que son comunistas, denunciando a la canalla mediática, a la derecha y al maldito imperio. Para rebatir esto, es importante quizás que retome aquí dos temas de entradas previas:

1. El socialismo es una fase de transición hacia el comunismo, no un objetivo en si mismo. Lo que se vivió en el bloque soviético y en la China hasta hace no mucho fue socialismo, no comunismo. Socialismo es lo que se vive en Cuba hoy en día. El socialismo y el comunismo son lo mismo - Fidel Castro dixit[1]. El comunismo prometido por Marx nunca fue una realidad. Lo que se práctica en países democráticos de Europa no es socialismo. Es economía social de mercado.

2. Las expoliaciones ejecutadas por el gobierno no son una práctica de una economía social de mercado o de la socialdemocracia. Son prácticas típicas de un estado socialista totalitario. Se trata de expoliaciones, no de expropiaciones como el gobierno proclama, porque el estado toma control de las propiedades manu militari, sin seguir los debidos procedimientos judiciales. El gobierno en muchos casos no paga a los dueños por sus propiedades, quedando como garantía de pago solamente el compromiso del gobierno. En la práctica esto no es distinto a lo realizado en la Unión Soviética o Cuba, siendo lo único separación la delgada y tenue línea que representa la palabra del gobierno.

* * * * * * *

Si a los 18 no eres comunista, no tienes corazón. Si a los 30 todavía lo eres, no tienes cerebro. Creo que esta frase, más que una denuncia contra el comunismo, es una vulgar prueba de inteligencia: quien a los 30 años - o a los 50 - no ha descubierto que el comunismo es una farsa, no es más que un tonto sin remedio.

Lo único más grave que ser un tonto sin remedio, es tener que soportar a uno, ya no hablemos de tener que soportarlo mientras dirige a un país directo al precipicio...


[1]
http://www.globovision.com/news.php?nid=157596

jueves, 17 de febrero de 2011

Instituto Nacional de Estadísticas: cuentas o cuentos?

Acabo de oir por la emisora radial Unión Radio [1], algunas declaraciones del actual presidente del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) Dr. Elías Eljuri. Es una de esas curiosas ocasiones en que un alto representante del gobierno participa en un programa radial con una línea editorial crítica al gobierno, probablemente otra muestra de que el chavismo ha iniciado su campaña electoral con miras a las elecciones de 2012.

No tengo elementos para cuestionar la rigurosidad metodológica del Dr. Eljuri y los empleados del INE. No soy estadista y no tengo acceso a la información que ellos manejan. Lo que si puedo objetar es la forma en que hace uso de su posición para actuar como vocero del chavismo. Y es que la objetividad y la transparencia del INE quedan en entredicho cuando el Dr. Eljuri, como presidente del mismo, hace un denodado esfuerzo por ensalzar la obra del gobierno sin colocar los números en contexto.

Algunos de los argumentos que maneja el Dr. Eljuri son:

1. La pobreza y la pobreza crítica han disminuido - pero el Dr. Eljuri no dice que eso es de esperarse en un país que se ha beneficiado de un boom petrolero, sin importar quien esté en el poder

2. El gasto social del gobierno representa el 60% de los ingresos en la última década - aunque no se molesta en cuestionar la sostenibilidad del modelo cuando el PIB y la producción petrolera van en picada

3. El desempleo ha disminuido considerablemente - aunque no menciona que es producto de un crecimiento insostenible del sector público y la inclusión del sector informal dentro de las cifras oficiales.

4. El coeficiente Gini de Venezuela es el mejor de América Latina - pero no menciona que esto acompañado de un ingreso per cápita menor significa que en realidad nos empobrecemos

5. Este gobierno ha logrado mejores resultados que los gobiernos previos en lo social - pero no menciona que este gobierno ha recibido ingresos petroleros dos veces y medio más grandes en un periodo de tiempo equivalente (12 años)

Es evidente que el Dr. Eljuri, sin importar la imagen que el pueda tener de si mismo, no es un hombre preocupado por la lucha contra la pobreza y la erradicación de la misma, sino otro vulgar apologista del chavismo. Un apologista que, desgraciadamente, en lugar de usar su posición para indicar al gobierno los asuntos críticos que debe atender con urgencia para mejorar la calidad de vida de la población, está más preocupado por la imagen pública de su jefe y de su puesto de trabajo.

Un INE imparcial es de importancia fundamental para comprender el alcance de la pobreza más allá de la diátriba política. Mientras este siga actuando como una herramienta más de la propaganda oficialista - una que se preocupa más por la apariencias del gobierno que por la cruda realidad - su papel no podrá ser tomado en serio por ninguna de las personas que sufren a diario por la inflación, el desabastecimiento y la pobreza.


[1] http://www.unionradio.net/actualidadur/nota/visornota.aspx?id=67000&tpCont=1&idSec=3