lunes, 9 de marzo de 2009

ideología o ética?

Una creencia común entre los partidarios del chavismo es que la preparación ideológica en el socialismo es fundamental para que el país progrese. Esta idea, inspirada en aquella idea de "el buen salvaje" postulada por Rosseau, no es más que parte de la utopía socialista y su sue­ño de "el hombre nuevo".

Lamentablemente, ese "hombre nuevo" brilla por su ausencia entre los líderes de la revolución. Si no, como se justifican sueldos exhorbitantes o la exhibición de riquezas desmedida entre la familia y personas cercanas a Hugo Chávez?

Una persona común que verdaderamente cree en el gobierno, dirá que esas personas no son socialistas, sino oportunistas. Y que precisamente esas personas actúan así porque carecen de una verdadera preparación ideológica. Que si tuvieran una verdadera preparación ideológica, no se lucrarían sino ayudarían a los pobres.

Los socialistas crítican ferozmente a la Iglesia porque son una parte del sistema opresor, y cuestionan la verdad de sus doctrinas, al tiempo que proclaman al socialismo como la verdad suprema, La Verdad. Al preguntar en una ocasión a un chavista si tenían un Verdad-ómetro que le permitiera reconocer que la verdad socialista es La Verdad, este alegó que los cambios que el logra como voluntario en las comunidades pobres son su evidencia de que el socialismo es La Verdad. Su trabajo comunitario es loable, pero no es muy distinto al de cualquier grupo de voluntarios de la iglesia cristiana, grupo que lo hace por razones totalmente distintas. Entonces la iglesia cristiana es también La Verdad? La ideología se parece a una bicicleta, en la que si no se pedalea , se corre el riesgo de caer de lado.

El problema no es la ideológico. No tengo que tener una fuerte formación ideológica para darme cuenta que cometer actos de corrupción o cobrar sueldos exhorbitantes del estado en un país pobre está mal. Para ver eso no hace falta ser un socialista convencido. Sólo hace falta ética.

Y es que el requisito fundamental para un buen gobierno no es la ideología, es la ética. Y eso es algo que brilla por su ausencia en este gobierno. Magistrados del TSJ con expedientes bochornosos y rectores del CNE "imparciales" que son premiados con la mismísima Vice-Presidencia de la República son sólo muestras de lo decadente del ambiente moral que se respira dentro de este gobierno.

Es hora de dejar de lado el debate ideológico estéril y empezar a exigir que se inicie el debate ético que se requiere para poder construir un país próspero y justo.

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