lunes, 2 de abril de 2012

Don Quijote en tiempos modernos

"En resolución, él se enfrascó tanto en su lectura, que se le pasaban las noches leyendo de claro en claro, y los días de turbio en turbio, y así, del poco dormir y del mucho leer, se le secó el cerebro, de manera que vino a perder el juicio. Llenósele la fantasía de todo aquello que leía en los libros, así de encantamientos, como de pendencias, batallas, desafíos, heridas, requiebros, amores, tormentas y disparates imposibles, y asentósele de tal modo en la imaginación que era verdad toda aquella máquina de aquellas soñadas invenciones que leía, que para él no había otra historia más cierta en el mundo.
[...]
En efecto, rematado ya su juicio, vino a dar en el más extraño pensamiento que jamás dio loco en el mundo, y fue que le pareció convenible y necesario, así para el aumento de su honra, como para el servicio de su república, hacerse caballero andante, e irse por todo el mundo con sus armas y caballo a buscar las aventuras, y a ejercitarse en todo aquello que él había leído, que los caballeros andantes se ejercitaban, deshaciendo todo género de agravio, y poniéndose en ocasiones y peligros, donde acabándolos, cobrase eterno nombre y fama."

- Cervantes, Don Quijote de la Mancha


Pensando un poco más sobre la obsesión de la izquierda irredenta latinoamericana, esa que todavía tiene como modelo al Ché Guevara, o que ve en la riqueza de unos la causa de la pobreza de otros, no puedo evitar pensar en el paralelismo entre estos y el Don Quijote de Cervantes.

Un amigo me decía recientemente que el problema con Marx es que nadie había logrado comprenderlo hasta ahora. Quizás tiene razón en cuanto a esto, pero esta incomprensión no ha impedido que unos cuantos quijotes, luego de leer a Marx o algún panfleto con sus ideas a medio digerir, hayan decidido autonombrarse caballeros andantes y lanzarse en lucha feroz contra los molinos de vientos del capitalismo, con los nefastos resultados que se conocen no sólo en latinoamerica, sino a lo largo y ancho del mundo.

Es enervante, sin lugar a dudas, toparse con estos quijotes marxistas que creen que luego de leer un par de libros pueden ir enderezando entuertos por el mundo. Peor aún es pensar que algunos de estos quijotes podrían algún día ocupar posiciones de poder. Sólo basta echar un vistazo a Venezuela para descubrir que sucede cuando a estos quijotes marxistas se les encomienda administrar un país.

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