lunes, 25 de junio de 2012

Poderoso caballero es Don Dinero


Una figura clásica del imaginario venezolano es la del hombre adinerado que cree que todo se puede resolver a billetazo limpio. Este personaje piensa que no es asunto de si se puede o no, sino de cuanto dinero hace falta.A este tipo de personajes se le atribuye la creencia que toda persona tienen un precio y que sólo se trata de determinar cuanto vale.

Esa actitud se puede percibir en el gobierno, quien cree arrogantemente que no hacen falta ni conocimiento ni experiencia para atender problemas como la crisis del sistema judicial, el colapso del sistema penitenciario, los problemas de producción en el sector petrolero o siderúrgico o cosas de naturaleza puramente técnica como el mantenimiento de la infraestructura (electricidad, carreteras, puertos, etc.).


Sin lugar a dudas, poderoso caballero es don dinero. Pero acaso es cierto que todo se resuelve con dinero? Hay muchos ejemplos de como el dinero ciega muchas veces a las personas ante lo evidente. Una historia clásica es "Las ropas nuevas del emperador", en las que unos vivianes logran robar una fortuna al rey aprovechándose de su arrogancia e ignorancia. Como diría aquella vieja conseja: el tonto y su dinero pronto se separan.

Y de la misma manera que un par de oportunistas dejaron desnudo a aquel  rey, distintos oportunistas se han aprovechado del vivo-bobo que tuvo la suerte de convertirse en presidente, dejando no sólo al rey sino a todo el pueblo en pelotas, sin nada que mostrar para todo el dinero gastado más que chatarra tecnológica casa de cartón-piedra y una deuda pública enorme.

Y ante el evidente fracaso de la "estrategia" oficial de resolverlo todo a realazo limpio, se agrega la revolucionaria idea de que quizás el problema es la falta de control por parte del presidente sabelotodo. Y es por ello que entonces ahora todo no se deja en manos de gente con experiencia y conocimiento para resolver los problemas, sino que se le entrega el poder de decisión final en todos, TODOS los asuntos al rey desnudo, como si una sola persona - mucho más una persona cuyo único mérito es ser un embaucador de clase internacional - tiene la formación y conocimientos necesarios para decidirlo todo, desde el precio de un kilo de maiz hasta las calificaciones necesarias para trabajar como médico en un hospital.

Y para tal fin se recurre a Leyes Habilitantes fraudulentas, manipulación electoral o a la vulgar extorsión o compra del voto. Democracia participativa? Seguro. El Presidente les participa a los ciudadanos, que hará lo que le venga en gana, que para eso es El Jefe - así, en mayúsculas - y tiene plata suficiente para resolver a realazo limpio lo que haga falta o comprar sus simpatías si hace falta.

Los jueces del TSJ están reacios a darle su beneplácito? Plata! Los partidos aliados se ponen realengos? Los compramos, que para eso hay plata! La gente protesta porque los matan como perros? Plata! Que no hay luz? Compremos chatarra tecnológica sin importar que sirva o no, que para eso hay plata! Qué no hay comida? Vayan y compren todo lo que puedan, que para eso hay plata!

Y cuando eso no sea suficiente, se buscará más poder, porque si el problema no se resuelve con plata, la única explicación posible no es la incompetencia del gobierno, sino que no se tiene poder suficiente para mandar como se debe.


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