viernes, 21 de enero de 2011

“Para nosotros el socialismo es Chávez”

No hay nada más inútil que escuchar un discurso o un debate político en la Venezuela actual. Estéril, sin argumentos ni contenido. Es como una pelea de dos tigres a los que se le han arrancado los dientes y las garras: se golpean y atacan, pero no pasa nada. Todo es una escena de mal teatro sin consecuencias.

“Para nosotros el socialismo es Chávez” - dice Isturiz, el mismo que hace un tiempo afirmaba que el presidente se debía haber fumado una lumpia. Y a eso es a lo que se limita el discurso político de la gente del gobierno: loas al líder máximo y consignas rescatadas del siglo XIX, más propicias para la revolución del proletariado y la guerra federal que para un petroestado gordo bajo el control de un gobierno mediocre cuyos principales logros son echarle la culpa a los gobiernos anteriores y conseguir incautos que se traguen sus mentiras como ruedas de molino. El gobierno anterior! Cómo si este atajo de mediocres no tuvieran ya 12 años como gobierno y con una cantidad de dinero que no se veía en décadas!

Pero el problema no es sólo el mediocre gobierno y los enanos intelectuales que lo integran, sino que también se ve en la acera del frente. Y es que si el debate es mediocre, no es culpa exclusiva de una de las partes, es una responsabilidad compartida entre ambos bandos.

La respuesta de Borges ante las acusaciones de Cabello no son sino una muestra del problema. No era de esperarse que los indignos diputados del gobierno recurrieran a la provocación para evadir el debate? Que gana el país con que se desvie la atención del tema que realmente importa? Acaso el futuro del país depende de la reputación de Borges o su partido?

La oposición, en lugar de aprovechar el escenario para presentar evidencias sobre la falta de inversión en salud, infraestructura y seguridad, sobre el dinero desperdiciado en compras de armas y malos negocios, o la corrupción en PDVAL y tantas otras instancias del gobierno, cae torpemente en una provocación tonta que ahora robará espacio en los medios de comunicación a los temas realmente importantes.

Mientras agonizamos en el desierto de las ideas, nadie en el escenario político parece ofrecer una propuesta para el país que vaya más allá de las tradicionales fórmulas ya gastadas de la politiquería.

Los enanos intelectuales del gobierno y la gente crédula que lo apoya tal vez piense que el plan bolivariano que el gobierno menciona cada vez que acusa a la oposición de no tener un proyecto país es algo serio, pero como es que ese GRAN PROYECTO DE PAIS no contemplaba fortalecer el sistema eléctrico nacional y todo se tuvo que hacer a los carajazos cuando ya el sistema no aguantaba más? Es que acaso en 12 años de gobierno nunca se dieron cuenta de los problemas heredados del gobierno anterior? O será que estaban demasiado ocupados tratando de salvar el mundo para darse cuenta de eso?

La realidad es que la transformación de Venezuela en un régimen socialista no es un proyecto para el país. Es simplemente aire caliente y tonterias que ablandan el corazón y el cerebro de algunos pero no llenan el bolsillo ni el estómago. Una fantasía inviable que no tiene nada que ver con nuestra realidad y problemas nacionales.

Venezuela está enferma de petroestatismo y la cura para eso no es socialismo. La cura es un proyecto país que nos cure del delirio de creernos un país rico cuando no lo somos, de los sueños de hacernos ricos de la noche a la mañana y del maldito "yo no quiero que me den sino que me pongan donde hay".

Lo importante en Venezuela no es el petróleo. Lo importante son las personas. Es necesario convertir a la mayor cantidad de gente posible en emprendedores, en gente productiva. para eso hace falta llenar la cabeza de la mayor cantidad de personas de conocimientos útiles y productivos. Mientras no nos demos cuenta que nuestra mayor riqueza es el potencial de nuestra población, no vamos a ninguna parte.

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