martes, 4 de agosto de 2009

los medios

Parece que este gobierno se olvidó que el gobernar es procurar el bienestar de personas de carne y hueso, con aspiraciones y necesidades, pero también con talentos y capacidades.

No se trata de liberar a masas explotadas, a gente oprimida o a víctimas del colonialismo, de la globalización o del maldito imperio. Se trata de atender las demandas de personas que quieren un trabajo, una buena educación para sus hijos, un plato de comida sobre la mesa y un techo seguro sobre sus cabezas.

A esta gente que carajo le importa la fulana "democratización del espectro radioeléctrico"? A ellos lo que les importa es que a partir de ahora no van a poder escuchar los programas que ellos querían oir. A ellos les importa que en octubre próximo no van a poder ver escuchar el partido de beisbol porque a algún huevón se le ocurrió que eso no importaba y que el beisbol es imperialista y alienante y quien sabe que otra pendejada.

Los medios no son responsables de la inflación, de la crisis económica de las protestas de obreros

Los medios cumplen su función como siempre lo han hecho en Venezuela: demandar de nuestros gobernantes una labor transparente y que satisfaga nuestras necesidades. El único problema es la hipersensibilidad de este gobierno a la crítica y la superlativa incompetencia de sus integrantes para resolver nuestros problemas más urgentes.

Pero cada ladrón juzga por su condición. Como el gobierno ve a los medios como instrumentos de manipulación y propaganda, no puede sino pensar que todos hacen lo mismo. Típico pensamiento de los gobiernos totalitarios.

Sin prensa libre, no hay posibilidad de que la democracia funcione. Es necesario que los medios hablen, cuestionen y critiquen al gobierno y a los políticos, que desnuden al rey y ventilen lo que se oculta detrás de las cortinas de palacio. De allí viene el aire que impide que la podredumbre se estanque en los pasillos del poder.

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